martes, 25 de noviembre de 2014

¿Y QUÉ HACEMOS? ...NO CUENTES CON MI SILENCIO...ASÍ DE SIMPLE



Una persona es enorme para uno, 
cuando habla de frente y vive de acuerdo a lo que habla, 
cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe inocente. 

Es pequeña cuando solo piensa 
en sí misma, y le hace creer a los otros que piensa en ellos 
cuando se comporta de una manera poco gentil, 
cuando no apoya, cuando abandona a alguien justamente en el momento 
en que tendría que demostrar lo que es 
mas importante entre dos personas: 
La Amistad, el compañerismo, el cariño, el respeto, 
 y asimismo el amor 

Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, 
cuando busca alternativas para tu crecimiento, 
cuando sueña tus mismos sueños. 
Cuando trata de entenderte aunque no piensen igual 

Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca 
en el lugar del otro, cuando obra, 
no de acuerdo con lo que esperan de ella, pero de acuerdo con lo que espera 
de si misma. 
Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés. 
Cuando quiere quedar bien con todos, cuando maneja a la gente 
como un titiritero y lamentablemente siempre hay gente 
que no tiene convicciones y se deja manejar…. 

Una misma persona puede aparentar grandeza o pequeñez 
dentro de una relación, 
puede crecer o disminuir 
en un corto espacio de tiempo. 

Una decepción puede disminuir el tamaño de un amor que parecía ser grande. 
Una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor que parecía ser ínfimo. 
Una decepción puede terminar con el respeto por alguien…de muchos… 
Una acción correcta puede enaltecer a otros 

Es difícil convivir con esta elasticidad: 
las personas se agigantan y se encogen a nuestros ojos. 
Ya que nosotros juzgamos a través de centímetros 
y metros, sino de acciones y reacciones, de verdades o falsedades 
de expectativas y frustraciones. 

Una persona es única al extender la mano, 
y al recogerla inesperadamente, se torna otra. 
El egoísmo unifica a los insignificantes, a los perdedores, 
a los falsamente llamados diplomáticos 
No es la altura, ni el peso, ni la belleza 
ni un titulo o mucho dinero lo que 
que convierte a una persona en grande… 
es, su honestidad, su decencia…su amabilidad y respeto 
por los sentimientos e intereses de los demás 
Por su sensibilidad sin tamaño… 

William Shakespeare


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