Antes de la conferencia, le enseñaron todas las dependencias y le
explicaron la inmensa
cantidad de materiales y medios de que aquella universidad
disponía para educar a sus
alumnos. El maestro quedó maravillado ante aquellos adelantos,
que él no había conocido en
su tiempo.
Cuando se levantó para hablar en la sala repleta de gente, fue
muy breve, como siempre. Esto
es lo que dijo:
—Laboratorios y bibliotecas; máquinas, programas, sistemas
modernos; sabias palabras,
técnicas y conferencias; grandes edificios... todo esto no sirve de
nada si no hay un corazón
honesto y limpio y una mirada inteligente.
¿Qué importa saber lo qué es una recta,
si no se sabe lo que es la rectitud? (Séneca)
¿QUIERES QUE TE RESPETEN?
¡Nada más fácil!
RESPETA
CAMBIAR YO PARA QUE CAMBIE EL MUNDO
El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo:«De joven yo era un
revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: ‘Señor,
dame fuerzas para cambiar el mundo‘.
»A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había
pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi
oración y comencé a decir: ‘Señor, dame la gracia de transformar a
cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a
mis amigos. Con eso me doy por satisfecho‘.
»Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a
comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente:
‘Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo‘.
»Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado
mi vida.»
Todo el mundo piensa en cambiar a la humanidad. Casi nadie piensa en
cambiarse a sí mismo.
Tomado del libro El canto del pájaro, Anthony de Mello (1931-1987).